El alfabeto islandés fue creado por los monjes medievales, sustituyendo al rúnico, a partir del alfabeto latino más algunas letras adicionales ya usadas en la transcripción del idioma sajón.
Tiene 14 vocales (a á e é i í o ó u ú y ý æ ö) y 20 consonantes (b c d ð f g h j k l m n p r s t v x z þ)
En total, 34 letras en el siguiente orden:
- Minúsculas: a á b c d ð e é f g h i í j k l m n o ó p r s t u ú v x y ý z þ æ ö
- Mayúsculas: A Á B C D Ð E É F G H I Í J K L M N O Ó P R S T U Ú V X Y Ý Z Þ Æ Ö
La Z fue derogada en 1974, siendo substituida por la S (que tenía la misma pronunciación).
El islandés escrito ha cambiado muy poco desde la era de los vikingos. Como resultado de esto, y de las similitudes gramaticales entre la gramática moderna y la antigua, los hablantes de la era actual pueden leer sin dificultad las sagas originales y edda que fueron escritos hace unos 800 años, pero, por otra parte, existe un desfase entre ortografía y fonética (ortografía histórica). Esta forma antigua del idioma se conoce como islandés antiguo, pero se suele igualar al nórdico antiguo (un término que se refiere a la lengua común escandinava de la era de los vikingos).
Los islandeses son excepcionalmente conservadores en materia lingüística y muy reacios a aceptar los préstamos de otros idiomas. Así, en lugar de importar palabras de otras lenguas para conceptos nuevos, se crean nuevas palabras islandesas, como por ejemplo, heiðursmerki significa medalla y está compuesta por heiður (honor) y merki (estandarte, bandera). Otra forma es revivir palabras antiguas dándoles un significado moderno. Cada vez que surge un nuevo concepto o se crea un nuevo objeto, hay un departamento de la Universidad de Islandia, en Reykjavík, que se encarga de encontrar un nombre para ello.